"...unas lagrimitas de cocodrilo..."


Pasaron 61 años desde que una joven de 22 años se presentó a un concurso en el teatro de la calle Venezuela para formar parte del elenco estable de cantores de Radio del Pueblo. La convocatoria la realizaba Odin Fleitas quien en ese entonces tenía un programa en la emisora. "Después de escuchar un aviso en el medio me presenté. A mí me gustaba mucho cantar. Aparte me encantaba Odin Fleitas porque tocaba mucho la música de la tierra de mi madre. El concurso lo gané y ahí empezó todo", recuerda Alberta Nemesia Zumo.

A partir de ese momento, comenzaron sus participaciones en Radio del Pueblo. En un comienzo como elenco estable de la emisora, más tarde participando en bolos de radioteatros donde las estrellas eran Beatriz Taibo, Inés Moreno, Héctor Miranda, para lograr a los 27 años su propio micro , "Pasajes de la vida", escrito y dirigido por la hermana de Alfonsina Storni, Olimpia Ávalo Perey. "El micro hablaba de hechos cotidianos que le podían llegar a ocurrir a las personas. Duraba cinco minutos. Se emitía todos los miércoles a las 23.55. El programa comenzaba con el relator presentándome, después venía una ráfaga musical y más tarde entraba yo narrando la historia".

Con los años y la llegada de su participación en un radioteatro, cambió su nombre por el seudónimo artístico Nelly del Río. Su primer bolo lo obtuvo a los 23 años, en 1956. Para esa época, este género presentaba uno de sus momentos de mayor auge luego de 26 años de su nacimiento. El radioteatro poseía varias modalidades. La más destacada era el melodrama, pero también existían novelas históricas, policiales, historias del arrabal porteño, textos infantiles, clásicos de la literatura universal y del cine e historias gauchescas. "La temática de los radioteatros eran los problemas sentimentales: celos, envidia. Recuerdo que también existían historias gauchescas que reflejaban la realidad, pero de una manera más dura. Mi padre era cuchillero. Usaba los pantalones rayados que en esa época se decían fantasía, camisa blanca, pañuelo negro y el sombrero, es decir el lengue. Todos los días salía a pelear y muchas veces llegaba con alguna puñalada. Mi mamá lo tenía que curar para no llevarlo al hospital. Este tipo de historias se narraba en los radioteatros, historias de malevos cuchilleros".

El público femenino fue fiel al radioteatro hasta la aparición de la televisión. El por qué estaba en la temática: tomó del folletín y de la novela rosa las problemáticas sentimentales. Nelly recuerda que para ese entonces, con el comienzo de la emigración de los personajes y escritores a la televisión, se buscaron nuevas temáticas: "Generalmente el público era el femenino, pero para ese entonces apareció un actor que hacía un personaje, "Fachenzo el maldito" en una novela de Audón López" . Con este radioteatro, el público masculino fue atrapado. Fue tal la conmoción que provocó, que la novela tuvo que levantarse debido a la intervención de la Iglesia. Sin embargo, el guion no se modificó. Hasta el último minuto conservó su esencia, reservando para el final los momentos más intensos, es decir más violentos y sangrientos.

El radioteatro fue un género que marcó una época y a mucha gente. Para algunos fue razón de entretenimiento, para otros, al igual que cualquier producto de medios masivos, fue motivo de discusión y críticas. Tal es el caso de Manuel Puig en Boquitas Pintadas: mediante una parodia al folletín y al radioteatro, realizó una crítica al mundo femenino, el cual lo único que deseaba era casarse y ser famoso. Quizás estos deseos reflejan fielmente la vida de Alberta Nemesia Zumo, quien llegó de Corrientes tratando de ser cantante para luego dejar su vocación por motivos amorosos: "La mayoría de los actores que yo conocí en Radio del Pueblo siguieron sus carreras, ya sea en la radio o en la televisión. Yo lo último que hice fue el micro "Íntimo" de Olimpia. Cuando conocí al tío, a él no le gustaba el ambiente y preferí mi vida amorosa antes que la profesional".

De este modo, mientras varias actrices del medio emigraron hacia la televisión y se convirtieron en estrellas, la carrera de Nelly del Río llegó a su fin. Un sábado de 1960 a las 20.55 hs el relator la presentó por última vez: "Con ustedes, iniciando su actuación por estos micrófonos, la actriz Nelly del Río, sobre palabras de Olimpia en Íntimo...palabras de una mujer para otras mujeres".

Y de este modo, durante cinco minutos, su voz se fue apagando para siempre: "Te admiro, amiga... te admiro y te felicito, porque conozco tu secreto. Amaste infinitamente...sinceramente...y todos esos hermosos sentimientos que diste con espontaneidad y sin cálculo, fueron burlados, sin escrúpulos ni miramientos...", "Sufres, pero sonríes... sombrías y desoladas son las horas de tu vida, pero no te abandonas", "Por eso, te admiro. Tu risa es la queja de tu desolado corazón, pero también la fortaleza de tu espíritu que no sabe de imprecaciones y en el cielo sin luz de tu existencia es el fulgor de una esperanza que alienta en la noche de tu alma. de tu alma herida pero no vencida, porque si bien un hombre lastimo tu vida, el cielo resplandece en lo alto y está poblado de estrellas que hablan a tu tristeza y calman tu desolación...."

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar